Nordian y la muchacha



 Yo sólo soy un mensajero, pero ella me admira tanto que a veces quisiera ser tan valiente y sabio como me describe. Sus ojos brillan fascinados cuando le cuento de mis viajes. Tiene algo que me recuerda a otros seres. Incluso habla como ajena a la realidad que la rodea. Quizás por eso es que me agrada su compañía.

Recuerdo el vestido azul que usaba la última vez. Tenía esa sonrisa radiante que es como un hogar para mí, tan cálida, tan mía... Nada me complace tanto como su bienvenida. Sabe dar abrazos tan profundos...Me siento en paz cuando la vuelvo a ver.
Pensé esencias de mi tierra para ella. La quiero perfumar de atmósfera lunar.
Su belleza reside en los sentimientos que acoge en su interior. Me duele tanto cuando se lastima. Ella da a veces sin recibir, pero aún no es tan fuerte como para entender que quién pierde no es ella, sino aquel que no puede valorar sus gestos.
Por momentos suelo encolerizarme, ¿Cómo pueden ser tan indiferentes los seres humanos? pero prefiero que ella no vea en mis ojos la bronca que me da al verla tan frágil en un mundo que amenaza con apagarse.
La cuido como a una flor. Una pequeña esperanza entre tanta desilusión.
De todos los planetas que conocí no he encontrado ser más distante de su propio mundo.¿Será que pertenece a otra galaxia?
 Es todo un misterio encantador.
Pienso en tantos lugares, tantos conflictos, tantas luchas largas y penosas y de repente; ella.
Tanto caos... ella es la paz que necesito.Me da tanta fuerza pensar en ella... Vuelvo a ser pequeño y grande a la vez. A veces tiene las ideas más claras que yo. Y es muy curiosa. Es una niña tan entusiasta y alegre.
Me hace reír tanto como lo hacía de niño. Sabe disfrutar de la naturaleza que la rodea, su conexión con la tierra es preciosa.
Escaso es el tiempo que me puedo permitir verla. En los amaneceres, salgo persiguiendo al Sol que despertará otras ciudades, otros cosmos, otras vidas. Cargado de buenas energías y con su sonrisa como bandera salgo a dar mi mensaje al universo.
Sólo soy un mensajero, pienso.

Y me enamoré de una flor.